Agrede sexualmente a una joven de Zaragoza que le guardó un patinete en casa

La denunciante se zafó del sospechoso, que fue detenido, y se encerró en un baño

Archivo – Un agente de Policía Nacional. –

La Policía Nacional detuvo a un joven vecino de Zaragoza por, supuestamente, agredir sexualmente a una chica que conocía y que horas antes le había hecho el favor de guardarle en su casa el patinete eléctrico para poder salir de fiesta en la noche del fin de semana. El sospechoso, D. J. E., ya está en libertad, si bien el juez de guardia acordó como medida cautelar una orden de alejamiento de 200 metros por entender que «que existen indicios racionales de la existencia de un delito de agresión sexual y de las actuaciones practicadas se infiere una situación objetiva de riesgo con respecto a la víctima». Los hechos tuvieron lugar el pasado fin de semana. Por la tarde, a través de una conversación de WhatsApp, una amiga suya le había citado a salir de fiesta junto a unos conocidos. Ella aceptó de verse a las 21.00 horas, si bien diez minutos antes, el sospechoso tocó el timbre de su casa y le pidió que si podía dejar su patinete en el domicilio para no ir con el acuestas durante la noche. Lo había empleado para acudir hasta allí y ella accedió.

Inmediatamente, ambos bajaron a la calle y se encontraron con el resto de amigos. Estuvieron todos juntos hasta las 00.30 horas en el interior de un establecimiento, mientras bebían cervezas. A las 00.30 horas, cuando cerraron la discoteca, uno de los matrimonios se ofreció a llevarlos a sus respectivos domicilios. Así fue, salvo en el caso del posteriormente arrestado, puesto que este dijo que tenía que ir a buscar su vehículo de movilidad personal.

Denunciante y sospechoso llegaron al piso del zaragozano barrio de Delicias sobre la 01.00 horas. Una vez en el interior, según señaló la joven ante el Cuerpo Nacional de Policía, la empujó tirándola sobre el sofá del salón, colocándose encima de ella y besándola en la boca. «Comencé a forcejear con él para tratar de quitármelo de encima, pero él me echó a un lado la ropa interior mientras me tocaba e introdujo un poco el pene», afirmó la joven, quien añadió que también le realizó tocamientos en sus senos y el culo.

«Grité, le pedí que me dejara, que no quería, pero él hizo caso omiso y siguió insistiendo hasta que conseguí zafarme de él e irme al baño a encerrarme», denunció esta treinteañera.

Desde ese lugar, la chica escribió a un amigo que vive en el barrio San José para que fuera en su búsqueda, que necesitaba de su ayuda. Asimismo, llamó a su amiga, que conocía al joven, para contarle lo que estaba sucediendo. Ella, en paralelo, realizó una grabación con su móvil en la que le recriminaba lo ocurrido y en la que se podía escuchar a D. J. E., de 30 años y de origen nicaragüense, cómo le contestaba. Una prueba que fue entregada a la Policía junto a la denuncia. El arrestado se marchó del lugar en el momento en el que un amigo de la denunciante llegaba a la casa.

El imputado quedó en libertad, asistido por el abogado Alberto Peiró, tras declarar que él malinterpretó las señales pero no intentó forzarla en ningún momento.

Fuente: El Periódico de Aragón (24/08/2021)