La Policía Local de Zaragoza detuvo a un vecino de la capital que coaccionaba a su exmujer con videollamadas de Whatsapp para saber en todo momento dónde estaba.
Ayer se celebró el juicio rápido ante el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de la capital aragonesa en el que el acusado, Mihai M., lo reconoció y aceptó 40 días de trabajos en beneficio de la comunidad, orden de no comunicarse y no acercarse a menos de 150 metros de la víctima durante 16 meses, por un delito de coacciones, tal y como había solicitado la Fiscalía y el abogado de la víctima, Alberto Peiró.
La pareja se divorció a principios de mes pero el ex está desde entonces controlando a la mujer con la que tiene un niño pequeño. El desencadenante fue cuando el hombre la llamó, ella aceptó la videollamada para ver si la dejaba tranquila y a continuación apareció por la plaza de los Sitios, en pleno centro de la ciudad, dando vueltas con su furgoneta porque ella estaba con unos amigos. Ante tal acoso no dudó en llamar a la sala del 092 que mandó rápidamente a una patrulla de la Policía Local.