Hay amistades que son por interés. Que se lo digan a una zaragozana a la que dos amigas le robaron el DNI y una tarjeta bancaria y le quitaron el dinero del bando. Fue en el 2019 y ahora ambas acaban de ser condenadas a medio año de prisión cada una, tras reconocer que lo hicieron.
Inicialmente afrontaban año y medio de cárcel cada una y el pago de una multa de 3.600 euros que le sisaron, si bien la Fiscalía y los abogados de las jóvenes Alberto Peiró y Javier Luis Valero llegaron a un acuerdo que les rebajó el castigo a seis meses de cárcel y el pago de 630 euros de multa. Ninguna de las dos entrará en prisión al no tener antecedentes y haberse acordado un pago fraccionado para devolver 1.225 euros a la perjudicada. No obstante, está condicionado a que no cometan ningún delito durante el plazo de suspensión, encontrarse a disposición judicial comunicando los cambios de domicilio y al abono de la responsabilidad civil pendiente de pago en las diez fracciones mensuales concedidas. El incumplimiento de las condiciones determinará la revocación del beneficio.
El Juzgado de lo Penal número 4 de Zaragoza señala que las tres estaban de fiesta cuando una de las mujeres cogió el DNI y la tarjeta bancaria de su amiga en la noche del 27 de octubre de 2019, después de entrar con esta en una cajero en el que observó cómo la víctima sacaba dinero aprendiéndose el pin de la tarjeta. Al día siguiente empezó la turné por cajeros de la capital aragonesa, desde Tenor Fleta a Salvador Minguijón para sustraerle 50 euros. Hasta seis veces lo hizo, incluido el gasto de 2,50 euros en un bazar oriental y el cargo de un consumo telefónico por valor de 32,50 euros.
La acusada entregó el DNI a la otra acusada, ya que físicamente se parecía a la víctima. Esta se hizo pasar por ella en las oficinas bancarias y en las que llegó a conseguir 900 euros en ventanilla.
Al poco tiempo, la mujer detectó movimientos de dinero en su cuenta bancaria que ella no había realizado, así que denunció el tema a la Policía Nacional. A través de las cámaras de seguridad de las oficinas, la perjudicada reconoció a una de ellas como la persona que estaba realizando esas disposiciones y procedió a la detención de las dos jóvenes como presuntas autores de los delitos de hurto, falsedad documental y estafa continuada.