VIOLENCIA MACHISTA
La Audiencia de Zaragoza toma esta medida después de dejar libre al autor. La víctima lo solicitó a la instructora del caso pero se la denegó.
La joven de 29 años que el pasado año fue arrojada al vacío por su exnovio, en la vivienda que ambos compartían en el barrio zaragozano de La Almozara, ha conseguido una pulsera para protegerla de S. A. P. G., que próximamente será enjuiciado por un delito de tentativa de homicidio.
Esta medida telemática se la ha concedido la Sección I de la Audiencia Provincial de Zaragoza, después de que la titular del Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de la capital aragonesa se lo denegara. La víctima, a través de su abogado Alberto Peiró, solicitó este tipo de defensa después de que el sospechoso fuera puesto en libertad hace un mes.
El tribunal provincial lo justifica en un auto, tras atender el «miedo» que presentaba esta mujer tras conocer que su expareja sentimental, de 43 años, ya no permanecía en el centro penitenciario de Zuera.
«Se valora habida cuenta de la necesidad de salvaguardar la integridad de la solicitante y la consecuencia del temor que manifiesta, complementando así otras medidas acordadas como el alejamiento a una distancia no inferior a 300 metros», señalan los magistrados. Este caso de violencia machista tuvo lugar el pasado 20 de abril del 2015, sobre las 02.15 horas, en una vivienda del número 1 de la calle Híjar de la capital aragonesa. Una llamada a la sala del 091 alertaba a la Policía sobre una fuerte discusión que podría tratarse de un caso de violencia de género.
Cuando llegaron al lugar, los agentes observaron que sobre el tejado de un patio de luces yacía una mujer que se quejaba de fuertes dolores. Cuando la Policía fue a pedir explicaciones al piso en el que vivía la víctima, el encausado y un amigo suyo abrieron la puerta demostrado tranquilidad y llegando a decir que no habían escuchado nada porque estaba viendo la televisión.
Para rescatar a la mujer fue necesaria la intervención de los Bomberos de Zaragoza ante la dificultad de acceder a la zona en la que estaba. El acusado podría enfrentarse a 5 años de prisión.